Y es que no hay mejor medio de llegar a Wiesbaden que el ferrocarril. Por su vistosa Estación Central de estilo neobarroco, que se encuentra a un breve paseo al sur del casco histórico, pasan seis líneas de tren de alta velocidad ICE que conectan la ciudad con otras grandes urbes del país como Múnich, Hamburgo o Colonia. Además, una extensa red de trenes rápidos y regionales permite al viajero visitar multitud de encantadoras localidades de la región por muy poco dinero gracias a las excepcionales ofertas de Deutsche Bahn: billetes de tarifa reducida Sparpreis, tickets de un día o de fin de semana para viajar sin límites y formidables ofertas para familias y grupos. Una vez en la estación central, bastan diez minutos para acercarse al corazón de la ciudad: la Schlossplatz, donde se alzan el Palacio de Wiesbaden, el Nuevo Ayuntamiento y la Iglesia del Mercado. En los cafés y restaurantes de la elegante Wilhelmstrasse es obligatorio degustar una buena copa de Riesling. Y no puede faltar una visita a la Kurhaus, el espectacular balneario-casino, centro de la distinguida vida social de la ciudad.