Con tan sugerente nombre -Würzburg podría traducirse como "ciudad de las especias"- es normal que Wurzburgo atraiga anualmente a casi un millón de visitantes. Buena parte de ellos son nacionales, pero cada vez más turistas extranjeros acuden a ella para disfrutar de sus múltiples encantos. Y muchos lo hacen de la manera más cómoda, económica y respetuosa con el medio ambiente que existe: a bordo de un tren de Deutsche Bahn.
Wurzburgo ha sido bendecida con una envidiable situación geográfica: rodeada de viñedos en el centro-sur de Alemania, en el estado federado de Baviera, se encuentra a medio camino de las grandes ciudades del país. Berlín, Múnich, Fráncfort o Hannover están conectadas con Wurzburgo mediante rápidas líneas de ICE e IC. Cuando se apea del tren en su estación central, el viajero comprende que eso de "el tren es la manera más cómoda de viajar por Alemania" no es un mero eslogan. La Hauptbahnhof se encuentra justo en la linde del casco antiguo, a un breve paseo del imponente centro histórico de la urbe, en el que destaca la monumentalidad de sus edificios más emblemáticos.