Copenhague no es una capital como las demás. Es tranquilidad, paz, vida relajada. Adiós a los atascos, a los coches y al estrés de enormes cantidades de gente. Por eso, llegar a la ciudad en tren es una de las mejores decisiones que se puede tomar. Con los trenes de Deutsche Bahn en muy pocas horas estará disfrutando de una de las capitales de la slow life, donde la red de transportes es altamente eficiente. Además, se potencia de forma destacada el uso de la bicicleta para los movimientos diarios. Y usted también puede mimetizarse en el ambiente gracias a la posibilidad de transportar su propia bicicleta en los trenes de Deutsche Bahn. Si lo prefiere, también puede alquilarla cómodamente en la ciudad, donde llegará enseguida, ya que la Estación Central de Copenhague está en pleno centro. Enseguida se dará cuenta de que no es un destino europeo como cualquier otro. Es un lugar tranquilo que ofrece la enorme comodidad de que todos los puntos de interés se encuentran muy próximos entre sí. A escasos cuatro minutos andando descubrirá los Jardines de Tivoli, un parque de atracciones cuyo origen se remonta a 1843, siendo el segundo más antiguo del mundo.