Si desea conocer una o varias ciudades de uno de los estados federados de Alemania, sin lugar a dudas la elección del tren es lo mejor. De esta manera puede viajar cómodamente sin tener que estar demasiado pendiente del reloj. Las buenas conexiones interiores del país le permitirán moverse con libertad entre lugares de interés como Rostock, a donde puede llegar con el tren Intercity o el tren Eurocity. Esta bella ciudad portuaria tiene todo el encanto de las localidades del Mar Báltico y es un pintoresco lugar en el que recalar. Y es que, con un gran movimiento portuario, Rostock ofrece al visitante una increíble historia que se origina en el siglo XIII, momento en el que se datan los primeros cimientos de la ciudad. De hecho, todavía se conserva una parte de la antigua muralla y sus torres, así como un convento reconvertido en el museo de la ciudad, el Kloster Zum Heligen Kreuz. Otros puntos de interés son la Plaza del Mercado Viejo, la Iglesia de San Nicolás, el Ayuntamiento, la Iglesia de Santa María, la de San Pedro o el malecón Stadthafen. Entre los planes gastronómicos destaca notablemente la degustación de la cerveza producida localmente.